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Siempre que vuelve a casa la indignación me estalla calibre 22 ¡bang! Sus ojos me miran como contracorriente, arruinada. ¡Maldita sea!
Soy el vocalista de una de las mejores bandas del momento y muero de sobredosis, mis amigos me sustituyen por una copia horrenda de Alex DeLarge. Desperté acostado sobre el suelo.
Por la tarde quería quejarme con ella, para que supiera que pude haber muerto por quedarme dormido con los auriculares puestos, en algún momento el cable envolvió mi cuello y me ahorqué. Ella no estaba, miré por la ventana pensando en cuántas personas habrán muerto de esta manera, ¿con cuántos imbéciles se habrá acostado?
Así somos desde hace años, ella se va de mí, evoluciona, llena sus ojos con miles de despedidas, y yo me quedo en coma, bebiendo tan rápido como puedo con ánimo de olvido, cambiando de chica y no de sofá. Extrañando el taconeo de sus botas de mal gusto, deseando caminar junto con ella para apagar su ruido de mierda con la suela de mis botas; ese ya  no es mi problema, ya estará jodiendo en otra parte, por desgracia para mí.
¡Qué ganas de ir a buscarla! Lleno de saliva y licor para escupirle borracho todas las palabras que ahora me atan las piernas. Pero la vida es mierda, por eso nunca la encuentro y ella vuelve cuando quiere. Siempre la espero, cada domingo, persiguiéndola en mi cotidianidad, rompiendo el habito de su ausencia imitando su voz, sentado en el sofá, pretendiendo que me contesta, hasta que mi voz regresa mí y me siento mareado.
Odio los domingos cada vez más. Y no puedo, no puedo dejar de dibujar su nombre en cualquier superficie plana de mi casa, carajo, le hice el amor durante doce años, cada mediodía.
Me paso el de tiempo rascando planillas de lotería, tomo descansos, me fumo un cigarrillo, tal vez dos, voy a la puerta para contemplar el hoyo que hizo a patadas el día que nos dejó el gato, la espero, haciendo las mismas cosas con la crudeza del ambiente lleno de su vacío.
No se supone que deba ser así, pero no es diferente. Soy un idiota, no hay duda sobre eso.
© Bea Black


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